Para un mallorquín la gamba de Sóller es «El Producto» y hay que tratarlo como tal, mimarlo, quererlo y después, saborearlo, y así es como tratan la Gamba Roja de Sóller en mi último descubrimiento en Palma: La Rosa del Mar.
Muchos recordarán la ubicación como el Villa Río un pub discoteca de nuestra juventud. Sorprende encontrar un sitio así en una ubicación tan especial, seguramente, si esto fuera Barcelona o Madrid ya habría lista de espera, pero en esta ciudad, las cosas cuestan.
El espectacular menú que degustamos:
Empezamos con un cebiche o ceviche (ambas valen) de gamba, suave, mucho más delicado que el peruano, gamba prácticamente cruda.
Alcachofas a baja temperatura, y sorprendentes cápsulas de berberechos en su propia agua.
El pulpo entre dos aguas a la brasa con cachelo y agua marina.
Croquetas de pringá.
Melosos de gamba de Soller. No he probado nada igual en esta isla, punto exacto, se termina de hacer en mesa y si tienes ocasión de ver el caldo con el que lo hacen, entenderás como puede lograr un plato de este nivel. Se va a convertir en un must en Palma.
Untuoso de queso, tres quesos, manchego, idiazabal y mahonés
Polo de albaricoque de Porreras, tierra de almendros, relleno de crema helada de albaricoque, chocolate blanco y naranja de Soller, espuma de gató de almendra con vermut y palo.
Algunos detalles:
Restaurante con reservado.
El plan perfecto es después tomar una copa en Garito Café, local histórico en Palma de Mallorca o ver un concierto en el nuevo Malauva, que por cierto aún no conozco.
Maitre: Alberto Jarreño
Chef: Paco urbano
Google Maps: La Rosa del Mar.